Veamos cuáles son sus puntos fuertes y porqué supone una gran revolución frente al actual sistema de suelo.
Lo primero que nos llama la atención en este sistema es la distribución del calor y una de las preguntas más recurrentes, será ¿no tendré la cabeza caliente y los pies fríos? y la respuesta es NO
El sistema es básicamente el mismo que el del suelo, pero instalado en el techo. Son colectores de tuberías, formando aros o anillos que en lugar de circular por el suelo, esta vez lo harán por el techo. Así de sencillo.
Pero el "circular" con nuestros tubos por el techo, hace que las ventajas se nos multipliquen en varios campos y encima no tengamos ningún inconveniente.
La primera es que estamos hablando de un sistema de calefacción basado en la radiación, es decir, no existen corrientes de aire en este sistema y el calor se propaga por infrarrojos, por lo que no vamos a notar incómodas bolsas de aire a diferentes temperaturas.
Pero la gran ventaja de este sistema, frente a su más directo competidor, es el ahorro de energía. Comparado con el suelo radiante tradicional, es capaz de sacar un 20% de ahorro energético, eso le convierte en el sistema de climatización más eficiente de hoy en día.
Esto se basa en que la sensación térmica con el techo radiante es más agradable, es decir a menor temperatura ambiente que con el suelo radiante, tendremos la misma sensación de confort.
Como el sistema va instalado en el falso techo de la vivienda, lo convierten en un indiscutible aliado en las reformas, ya que no es necesaria una gran obra para instalarlo, por lo que las posibilidades de instalación empiezan a aumentar.
Además, existen paneles en el mercado, que incorporan la iluminación, por lo que instalamos la climatización y la iluminación de la vivienda de un solo "golpe"
Otro punto muy fuerte, es que su instalación es más económica ya que en la albañilería, se reduce mucho el precio de la obra.
Si lo seguimos comparando con el suelo radiante, tenemos otra indiscutible baza a favor del techo y es que a la hora de decorar la casa, no condiciona en absoluto la instalación de alfombras o suelos de madera, que en el caso del suelo radiante, restan mucha conductividad térmica.
Es un sistema preparado para trabajar a baja temperatura, por lo que se adapta perfectamente a los nuevos sistemas de aerotermia o calderas de condensación pero encima, no es tan susceptible a las altas temperaturas cómo lo es el suelo.
En cuanto a refrescar, es bastante más efectivo que su competidor.
Otra ventaja es su menor inercia térmica, por lo que encima, lo convierte en más rápido a la hora de calefactar o refrescar una vivienda.
Una vez conocidas todas las ventajas del sistema, no voy a citar inconvenientes, porque ni se me ocurren, pasaré a detallar las posibles instalaciones para mostrar la versatilidad de este sistema.
Integrado en el falso techo:
Se trata de instalara la red de tuberías en el falso techo enluciendo con yeso para crear un techo uniforme.
Paneles radiantes en techo desmontable:
Ideal para oficinas dónde actualmente existe techo desmontable, sustituimos las placas de cartón yeso por estas otras y ya tenemos la climatización instalada.
Paneles radiantes:
Quizás esta sea la solución menos estética, pero es una interesante alternativa para naves industriales y grandes superficies. Esto sería algo parecido a instalar radiadores en el techo con el fin de conseguir el mismo efecto.
Conclusión:
El sistema de techo radiante, es una gran revolución en varios puntos, el más importante, es la eficiencia energética, pero abre un gran campo de posibilidades a la reforma de viviendas, por su facilidad de instalación, precio y propiedades.
Yo, personalmente pienso que estamos ante un sistema que puede abrir un gran abanico de posibilidades para cumplir con las nuevas normas europeas de eficiencia energética y que lo queramos o no, será el sistema del futuro dadas sus ventajas y prácticamente nulos inconvenientes.