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lunes, 26 de mayo de 2014

El techo radiante, la revolución de la climatización.

La verdad, este mundo de la climatización últimamente no para de evolucionar y cuando parecía que con el suelo radiante estaba ya todo solucionado, por ser un sistema que se adapta perfectamente a los nuevos sistemas trabajando a baja temperatura, viene y nos llega un sistema que parce que mejora el anterior.

Veamos cuáles son sus puntos fuertes y porqué supone una gran revolución frente al actual sistema de suelo.


Lo primero que nos llama la atención en este sistema es la distribución del calor y una de las preguntas más recurrentes, será ¿no tendré la cabeza caliente y los pies fríos? y la respuesta es NO 

El sistema es básicamente el mismo que el del suelo, pero instalado en el techo. Son colectores de tuberías, formando aros o anillos que en lugar de circular por el suelo, esta vez lo harán por el techo. Así de sencillo.


Pero el "circular" con nuestros tubos por el techo, hace que las ventajas se nos multipliquen en varios campos y encima no tengamos ningún inconveniente.

La primera es que estamos hablando de un sistema de calefacción basado en la radiación, es decir, no existen corrientes de aire en este sistema y el calor se propaga por infrarrojos, por lo que no vamos a notar incómodas bolsas de aire a diferentes temperaturas.

Pero la gran ventaja de este sistema, frente a su más directo competidor, es el ahorro de energía. Comparado con el suelo radiante tradicional, es capaz de sacar un 20% de ahorro energético, eso le convierte en el sistema de climatización más eficiente de hoy en día.

Esto se basa en que la sensación térmica con el techo radiante es más agradable, es decir a menor temperatura ambiente que con el suelo radiante, tendremos la misma sensación de confort.

Como el sistema va instalado en el falso techo de la vivienda, lo convierten en un indiscutible aliado en las reformas, ya que no es necesaria una gran obra para instalarlo, por lo que las posibilidades de instalación empiezan a aumentar.

Además, existen paneles en el mercado, que incorporan la iluminación, por lo que instalamos la climatización y la iluminación de la vivienda de un solo "golpe"

Otro punto muy fuerte, es que su instalación es más económica ya que en la albañilería, se reduce mucho el precio de la obra.

Si lo seguimos comparando con el suelo radiante, tenemos otra indiscutible baza a favor del techo y es que a la hora de decorar la casa, no condiciona en absoluto la instalación de alfombras o suelos de madera, que en el caso del suelo radiante, restan mucha conductividad térmica.

Es un sistema preparado para trabajar a baja temperatura, por lo que se adapta perfectamente a los nuevos sistemas de aerotermia o calderas de condensación pero encima, no es tan susceptible a las altas temperaturas cómo lo es el suelo.

En cuanto a refrescar, es bastante más efectivo que su competidor.

Otra ventaja es su menor inercia térmica, por lo que encima, lo convierte en más rápido a la hora de calefactar o refrescar una vivienda.

Una vez conocidas todas las ventajas del sistema, no voy a citar inconvenientes, porque ni se me ocurren, pasaré a detallar las posibles instalaciones para mostrar la versatilidad de este sistema.



Integrado en el falso techo:


Se trata de instalara la red de tuberías en el falso techo enluciendo con yeso para crear un techo uniforme.



Paneles radiantes en techo desmontable:


 Ideal para oficinas dónde actualmente existe techo desmontable, sustituimos las placas de cartón yeso por estas otras y ya tenemos la climatización instalada.


 



Paneles radiantes:



Quizás esta sea la solución menos estética, pero es una interesante alternativa para naves industriales y grandes superficies. Esto sería algo parecido a instalar radiadores en el techo con el fin de conseguir el mismo efecto.



Conclusión:

 

El sistema de techo radiante, es una gran revolución en varios puntos, el más importante, es la eficiencia energética, pero abre un gran campo de posibilidades a la reforma de viviendas, por su facilidad de instalación, precio y propiedades.

Yo, personalmente pienso que estamos ante un sistema que puede abrir un gran abanico de posibilidades para cumplir con las nuevas normas europeas de eficiencia energética y que lo queramos o no, será el sistema del futuro dadas sus ventajas y prácticamente nulos inconvenientes.






















sábado, 16 de marzo de 2013

El suelo radiante, la mejor calefacción.

Vuelvo esta vez al blog, con el fin de explicar qué es un suelo radiante y romper con los mitos y malas instalaciones que existen sobre este sistema de calefacción, que son las que crean la mala fama y echan por tierra la imagen de un sistema de calefacción, perfecto.

Y digo que es perfecto, porque la curva de confort, es la que más se asemeja a lo que necesitamos evitando bolsas de aire demasiado caliente o frío, o corrientes de aire que disminuyen la sensación de bienestar.


A mis oídos han llegado afirmaciones sobre este tipo de calefacción, verdaderamente absurdas y muchas, por no decir todas, sin fundamento alguno.

Algún ejemplo:

  • Que sólo vale para zonas templadas (cuando se usa en países nórdicos desde hace años)
  • Que te salen varices (claro, si lo pones sin control, normal)
  • Que consume mucha energía...



Os dejo una imagen que explica la curva de confort a la perfección.



Por eso, voy a aprovechar esto, para poner las cosas claras en el funcionamiento de el suelo radiante o refrescante. Sí refrescante, porque también se puede usar para enfriar una vivienda.

Hay principalmente dos sistemas de calentar con este sistema, una mediante resistencias eléctricas insertadas en el solado (en desuso, por su ineficacia energética) y otra, que es con la que me voy a meter, es la de tuberías de agua.

Lo primero, quiero explicar, cómo se hace un suelo radiante.

Es una instalación, que se ejecuta en obra, es decir, para poder implementar este tipo de calefacción, debemos proyectar la vivienda, para que lleve suelo radiante.

Una vez decidido que en nuestra vivienda, se instalará este sistema, se calculará con mucha precisión los circuitos de suelo que colocaremos, basándonos en orientaciones, ventanas y metros de superficie.

Existen multitud de fabricantes de placas y tuberías para suelo radiante, y todos, cumplen perfectamente con su cometido.

En obra, se instalan planchas, que serán las guías para luego colocar los tubos y una vez hecho esto, se procederá a tapar con cemento y un aditivo.


Cada aro del suelo, irá a un colector dónde se juntará con los demás aros, a los que alimentará el generador térmico.


Básicamente esto es lo que va dentro de la vivienda, no es necesario más.

Suelo radiante en vivienda de la Plaza Bilbao
Trabajo realizado por nuestra empresa.


Bombeo


Si nos damos cuenta, tenemos una instalación con muchos metros de tubería y eso nos va a dar una pérdida de carga muy grande, con lo que a no ser que tengamos una instalación muy pequeña, necesitaremos un grupo de bombeo, con una bomba de mucha potencia, ya que las que llevan normalmente las calderas, están diseñadas para trabajar con radiadores.

Ejemplo de grupos de bombeo con mezcladoras.


Me he encontrado con calderas de gas conectadas directamente al suelo radiante y evidentemente, sólo funcionaban algunas zonas y mal, con lo que el cliente, decía que el sistema no le gustaba. Claro, el suelo bien realizado, pero luego, el no tener un  grupo de bombeo correcto, hacía que TODO el conjunto funcionara mal.

Regulación


Una cosa muy importante de este sistema, es que es un sistema diseñado para trabajar a baja temperatura, puesto que si nos pasamos de temperatura, podremos producir roturas del suelo, por la dilatación y también problemas circulatorios a las personas que viven o trabajan allí.

Trabajar a baja temperatura, significa calentar entre 20ºC y 40ºC no más.

He visto sistemas, trabajando a 50ºC y funcionando cómo si se tratara de una instalación de radiadores.

Para poder trabajar a baja temperatura, tenemos varias opciones y depende de si nuestro generador es de baja temperatura o no.

Si es de alta temperatura (caldera de gasóleo, pellets, caldera convencional de gas) debe incorporarse una mezcladora, que esté controlada por una centralita, con el fin de que la caldera trabaje a 80ºC y la mezcladora lleve al suelo una temperatura diferente.

Mezcladora


Si es de baja temperatura (caldera de condensación, aerotermia, geotermia) puede trabajar directo, es decir, del generador a una aguja hidráulica, al bombeo y al suelo.


Aguja hidráulica

La aguja hidráulica, se coloca para que la diferencia de potencia de las bombas, no entre en conflicto.

Lo ideal con este sistema, es que nuestro generador pueda trabajar a baja temperatura, para sacar el máximo rendimiento del mismo.

Pero ahora nos queda la parte más importante, tenemos bombeo, mezcladora... ¿cómo regulamos la temperatura de nuestra casa con este sistema?


Sala de calderas con regulaciones climáticas diferenciadas para tres estancias realizada por Neytesa en Izarra


Este sistema, es el sistema de mayor inercia térmica que existe y es algo que debemos tener muy en cuenta, porque esto quiere decir, que si lo ponemos en marcha, ahora, se notará el calor después de varias horas y si lo paramos, nos entregará calor durante varias horas más.

Dicho esto, necesitamos un sistema con sonda de exterior que nos varíe la temperatura del suelo en función de la exterior. Bien, pues cualquier control por temperatura ambiente, hará que nuestro suelo funcione mal.

Esto sucede, porque si el termostato ordena parar a 22ºC nuestro suelo, sigue emitiendo calor horas después de la orden de paro y seguirá subiendo la temperatura, pero eso no es lo peor, sino que para cuando vuelva a pedir un arranque, el suelo estará frío y tendremos que volver a esperar horas hasta notar calor. Por eso, los termostatos ambiente NO VALEN PARA EL SUELO RADIANTE.

Diréis que soy un poco exagerado, pero estoy harto de ver sistemas de suelo radiante con termostatos ambiente, que para que funcionen bien se ponen a tope, convirtiéndose así en simples teclas de encendido y apagado, pero con la salvedad de que en algunos casos, cada tecla de esas vale unos cientos de euros, gastados sin motivo.

También he visto controles por cada habitación independizando zonas y esto es otra barbaridad, porque a no ser que tengamos muchísimos metros cuadrados en una sola planta y digo muchísimos, superando los 300 metros en una planta, este sistema, cómo mejor trabaja, es calentando toda la superficie de la planta durante muchas horas y a baja temperatura, no encendiendo aquí y allá unos pocos minutos.

Entonces, nos quedamos con lo siguiente:

  • Control por sonda exterior.
  • Zonificar por plantas.
Las centralitas de sonda exterior, son muchas las que hay en el mercado, fabricantes cómo Siemens, Honeywell, Viessmann son un buen ejemplo.

Vitotronic para temperatura variable.


El sistema de sonda exterior, se basa en que las pérdidas de calor de un edificio, son constantes, con lo que según baja la temperatura exterior, se aumenta la de impulsión al suelo radiante.

Materiales más adecuados

Como nuestro emisor de calor, es el suelo, es importante elegir bien el acabado, si madera, cerámica...

Mi consejo es instalar cerámica, aunque funciona con tarima flotante de madera o sintética, con la cerámica el funcionamiento es mucho mejor. 

No vale instalar en tarima convencional ya que si hay una cámara de aire no funcionará.

Ventajas e inconvenientes 


Como he hecho hasta ahora con los sistemas analizados, me gustaría exponer los defectos y virtudes de este sistema.

Ventajas:
  1. Trabaja a baja temperatura, con lo que nos permite aprovechar al máximo sistemas de aerotermia, calderas de condensación etc.
  2. Podemos apoyarlo con equipos solares.
  3. El confort es máximo. 
  4. Ideal para calentar lugares con alturas de techo extremas, ya que la zona de confort, se queda dónde se encuentran las personas.
  5. Nos permite refrigerarlo con un sistema de aerotermia o geotermia, pudiéndose así utilizar en verano.
  6. No tenemos ningún calefactor a la vista, con lo que es muy estético.
  7. No mancha las paredes porque no genera corrientes de aire.
Inconvenientes:
  1. Es caro de instalar, tanto los materiales, cómo la mano de obra, encarecen bastante su implantación.
  2. Sólo se puede colocar en obra.
  3. Condiciona la instalación de sanitarios, materiales del suelo.
  4. No se puede perforar nunca el suelo.
En resumen, estamos ante un sistema de calefacción con muchas ventajas, que requiere de ser instalado por profesionales que conozcan bien su funcionamiento y que con él, tendremos con total seguridad, la mejor calefacción que existe.